La obra artística de Anna Schimkat se mueve en la frontera entre la escultura y el sonido. Ya sea como performance o instalación, en el contexto respectivo examina procesos, causas y regularidades específicas del lugar de la realidad natural, social y culturalmente creada.

En el marco de sus estudios, Anna Schimkat está desarrollando una nueva instalación sonora que explora el Rin como lugar cultural del recuerdo y espacio simbólico de Europa cargado de mitos. Wiesbaden, situada en el corazón de la región del Rin, constituye el punto de partida para el desarrollo compositivo e instalativo del proyecto. En la Sala Bellevue se creará un lugar que entrelaza sonido, espacio y memoria, como una aproximación sensual al río como portador de la historia y la imaginación europeas.

Durante siglos, el Rin ha sido frontera, zona de conflicto y superficie de proyección de las identidades europeas. Figuras míticas como el Loreley o Undine reflejan miedos, deseos y la ambivalente relación del hombre con la naturaleza y lo desconocido. La instalación combina narraciones históricas y literarias con sonidos grabados a lo largo del río -desde su nacimiento en Suiza hasta su desembocadura en Rotterdam-, incluidos los ruidos del agua, las llamadas de las bocinas de los barcos o el estruendo del tráfico en los puentes, mezclados con los sonidos de instrumentos objetuales de desarrollo propio, para crear una topografía acústica y visual de múltiples capas.