Brillo gris azulado, motivos incisos, formas sólidas: El gres del Westerwald fue en su día un éxito mundial de exportación: bello, útil o curioso. La exposición del sam - Stadtmuseum am Markt saca a la luz objetos ocultos del depósito y muestra cómo la arcilla se convirtió en cultura.

El llamado "Kannenbäckerland", en el Westerwald, es uno de los centros de producción más antiguos de Europa. Desde la Edad Media, los artesanos moldean aquí cántaros, jarras, figuritas y recipientes de almacenamiento, muchos de ellos de uso cotidiano y otros como piezas individuales de diseño artístico. En la región de Wiesbaden, el gres caracterizaba la economía, las costumbres y la imagen del hogar.

Algunas de sus cualidades hicieron que el gres de Westerwald fuera único durante mucho tiempo: alta resistencia a la rotura, estabilidad dimensional al enfriarse - condiciones perfectas para las botellas de agua mineral y las ollas de manteca, como se conocen todavía hoy.

El gres histórico se encuentra con una imaginería poética: en la exposición, las piezas dialogan con las fotografías de Eckart Bartnik, que muestra los pozos de arcilla de la región como paisajes coloridos, de aspecto casi surrealista.

Un variado programa de acompañamiento invita a los visitantes a redescubrir el material, la historia y el poder creativo.

La entrada a la exposición especial cuesta seis euros y cuatro euros con descuento.

Se publicará un folleto para acompañar la exposición, que podrá adquirirse en sam o solicitarse por correo electrónico a partir de octubre de 2025.