Hay numerosas crisis que pueden producirse de forma totalmente inesperada. En tales situaciones, los servicios de rescate y emergencia no pueden ayudar a todas las empresas, organizaciones o ciudadanos al mismo tiempo. Precisamente por eso es vital una preparación temprana y cuidadosa.

Si se informa con tiempo, elabora planes de emergencia y tiene preparados suministros importantes, podrá reaccionar con rapidez y autonomía en caso de emergencia. Por ejemplo, provisiones de agua y alimentos, iluminación con pilas, documentos importantes a mano y coordinación dentro de la familia o el hogar. Saber qué hacer en situaciones de emergencia concretas -como inundaciones, incendios o cortes de electricidad- también desempeña un papel clave para reducir los riesgos y garantizar la seguridad.

Estar bien preparado no sólo le protege a usted, sino también a quienes le rodean. Toda medida de precaución puede salvar vidas en caso de emergencia, facilitar la prestación de asistencia y reducir la carga de los servicios de emergencia. La preparación es, por tanto, un componente clave para gestionar las crisis de forma consciente y segura.