Pero, ¿qué podemos hacer en nuestra vida cotidiana para minimizar este problema? Presentamos cinco pasos que contrarrestan esta evolución y contribuyen positivamente a nuestro medio ambiente.

Pasos sencillos para reducir la cantidad de plástico en la vida cotidiana:

• Utiliza bolsas reutilizables: Llévate bolsas de tela o yute la próxima vez que vayas a comprar. En ellas puedes comprar fruta y verdura sin envasar y evitar los productos preenvasados. Las bolsas de tela son duraderas y pueden utilizarse muchas veces, lo que las convierte en una alternativa respetuosa con el medio ambiente.
• Busque el símbolo de reutilizable: Compre alimentos y bebidas en recipientes que puedan reutilizarse y reduzca el uso de productos desechables, como platos y tazas de café. Muchos restaurantes y cafeterías ofrecen ahora alternativas respetuosas con el medio ambiente o incluso envases reutilizables. Como la producción de plásticos genera gases de efecto invernadero, puedes reducirlos utilizando envases reutilizables.
• Da preferencia a la ropa de fibras naturales: Cuando compres ropa, procura que contenga el mayor número posible de fibras naturales. Especialmente cuando se limpian prendas deportivas, de exterior y textiles funcionales, los microplásticos entran en el ciclo del agua a través del lavado.
• Apuesta por un consumo consciente: Usar ropa de segunda mano y evitar la moda rápida son una buena forma de reducir los microplásticos de los textiles y la montaña de residuos de ropa.
• Compre productos sin envasar: Cuando se opta por productos sin envasar, se evita ingerir sustancias nocivas que pueden suponer un riesgo para la salud, según fuentes acreditadas. Muchos supermercados ofrecen ahora productos a granel, lo que es una buena forma de hacer la compra con conciencia ecológica y sanitaria.