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Wiesbaden, capital del Estado federado

Wiesbaden, topónimo

En el año 122 d.C., la posterior Wiesbaden se menciona por primera vez con su nombre romano como "Aquae Mattiacorum", las "Aguas de Mattiacae". A finales del siglo IV, el asentamiento se llamaba "Mattiacae Aquae". El nombre actual fue mencionado por primera vez por el erudito e historiador Einhard en su informe de 830. En su texto en latín, se refiere a Wiesbaden, que había visitado en 828 y 829, como el "lugar que se llama Wisibada en tiempos más recientes". En una copia aproximadamente contemporánea del texto, el nombre se lee "Wisabada". Otras formas del nombre son "Wisibadun" (documentado en 965), "Wisebadon" (documentado en 1022, 1043) y "Wisibad" (documentado en 1123).

A partir de los siglos XIII y XIV se fue imponiendo el nombre actual. Tras muchos intentos de interpretación, desde las investigaciones del erudito alemán Adolf Bach se considera plausible una explicación basada muy estrechamente en la forma latina del nombre. Bach y, tras él, Otto Renkhoff suponen que en la palabra latina pervive un antiguo término germánico: "Mattiaker" deriva de "matha", "Mahdland", "tierra que se puede cosechar". El topónimo germánico -desconocido- siguió existiendo junto al latino y lo sustituyó tras la marcha de los romanos.

En la época franca, "matha" fue sustituido por el alto alemán antiguo "wisa", "prado", o la forma colectiva "wisi", "pradera", que básicamente tenían el mismo significado. Interpretaciones anteriores interpretaban "wisa" como un término indoeuropeo para "agua caliente" o "baño de sal" o creían reconocer en el topónimo un "wisu", bueno, es decir, "medicinal", del alto alemán antiguo.

Bach, Adolf: estudios germanístico-históricos. Ensayos reunidos. Heinrich Matthias Heinrichs y Rudolf Schützeichel (eds.), Bonn 1964 [pp. 330-351].

Renkhoff, Otto: Wiesbaden im Mittelalter, Wiesbaden 1980 (Geschichte der Stadt Wiesbaden 2) [p. 7 y ss. con nota 27].

lista de vigilancia

Notas y notas explicativas