No se sabe quién tuvo la primera idea de llamar "Schiffchen" al casco antiguo de Wiesbaden. Sin embargo, cabe suponer que a quien se le ocurrió el nombre tenía un plano de la ciudad en la mano, porque las dos calles entre la Marktstraße y la Goldgasse, que se separan torcidamente y luego vuelven a juntarse, recuerdan en efecto la forma de un barquito: la Grabenstraße y la Wagemannstraße.

Hay muchas buenas razones para pasear por este barrio. En primer lugar, las fachadas históricas, las estrechas y sinuosas callejuelas: en ningún otro lugar de Wiesbaden se respira tanto ambiente de casco antiguo. Por ejemplo, la casa más antigua del centro de la ciudad se encuentra aquí (Wagemannstraße 7); data de 1728, cuando se reconstruyó toda Wiesbaden tras varios incendios en la ciudad y la Guerra de los Treinta Años. En los años sesenta, cuando las pequeñas casas de entramado torcido no estaban de moda, la pequeña nave fue casi arrasada y sustituida por un aparcamiento para la "Nueva Wiesbaden", más favorable al automóvil.

Hoy, sin embargo, estas casas son un motivo más para pasear por el Schiffchen. Las grandes cadenas internacionales nunca se han asentado en las zonas pequeñas. Si antes el casco antiguo era el barrio de los artesanos y comerciantes, hoy es el barrio de las tiendas gestionadas por sus propietarios, los cafés y los restaurantes.