Aunque Wiesbaden no es la ciudad más grande de Hesse, con 300.000 habitantes -ese lugar lo ocupa Fráncfort, con unos 750.000 habitantes-, es la capital del estado federado de Hesse. Por cierto, Maguncia, la capital de Renania-Palatinado, está situada justo enfrente del Rin.

• Wiesbaden tiene el tamaño perfecto para explorar la ciudad a pie.
• ¿Sobreturismo? No lo conocemos. Aquí podrá hacer sus propios descubrimientos de forma relajada, ¡sin grandes aglomeraciones de turistas!
• Wiesbaden es un Eldorado para los aficionados a la arquitectura y la fotografía: la ciudad vivió un auténtico boom de la construcción durante la época guillermina y, como Wiesbaden apenas fue destruida en la Segunda Guerra Mundial, aún quedan muchos edificios y villas preciosos de la época del historicismo.
• Wiesbaden es superverde. Lo más destacado es el Kurpark, con sus viejos árboles. Quizá por eso los exóticos periquitos de collar y de Alexander que se ven por toda la ciudad se sienten tan a gusto aquí.
• Como "ciudad de los manantiales", Wiesbaden tiene una larga tradición como ciudad balneario. Hay 26 fuentes termales en total, que también abastecen a los baños termales. En la Badhaus (Se abre en una nueva pestaña) y el Kaiser-Friedrich-Thermen (Se abre en una nueva pestaña) podrá relajarse en un ambiente especialmente bello.
• Wiesbaden es una ciudad para entendidos: cafés, chocolaterías, vinotecas y restaurantes... ¡aquí no le faltará donde elegir!
• Los interesados en la cultura pueden recurrir a toda la gama de atracciones: hay muchas pequeñas joyas junto a los grandes nombres.
• Wiesbaden es la base perfecta para explorar la hermosa región de Rheingau , con sus castillos, viñedos, monasterios y restaurantes. Puede llegar en sólo media hora.