La tradición sigue viva en Breckenheim: se dice que el agua del Pfingstborn tiene un efecto curativo, razón por la cual el "Pingsteborn" fue siempre un lugar sagrado y especial para los ancianos de Breckenheim y la razón por la que Pentecostés, la fiesta de la resurrección, se celebraba allí.

Incluso hoy en día, los ancianos residentes, tanto hombres como mujeres, beben de esta agua y están más o menos rebosantes de salud.

El distrito también es conocido por su "Leckweje", una especialidad a base de peras que sólo se puede comprar aquí y no en cualquier supermercado.