La llamada de emergencia se recibió en el centro de control a las 16.23 horas. Una mujer de 29 años de Rüdesheim y su marido se dirigían a una clínica de Wiesbaden para un parto programado cuando las contracciones comenzaron de forma inesperadamente rápida, justo antes del cruce de Frauenstein en la B42.

El expedidor de guardia, Philipp Marquardt, reconoció la situación de inmediato y guió con calma y competencia al futuro padre con ayuda del protocolo de consulta estandarizado ProQA. Llevó a su mujer al asiento trasero y siguió las instrucciones con notable calma, mientras el tráfico a su alrededor seguía moviéndose.

Apenas tres minutos después de que empezaran las instrucciones telefónicas, nació la niña, antes incluso de que llegaran los servicios de emergencia. El primer y potente llanto alivió la tensión de todos los implicados: madre e hija estaban bien.

Al mismo tiempo, el centro de control envió al lugar dos ambulancias, una ambulancia de urgencias y los bomberos de Wiesbaden para asegurar el tráfico. En el lugar de los hechos se prestaron los primeros cuidados médicos, tras lo cual la madre y el recién nacido fueron trasladados sanos y salvos al hospital de Wiesbaden.

Gracias al apoyo profesional y sensato de Philipp Marquardt, el parto pudo tener lugar de forma segura en circunstancias excepcionales: un buen ejemplo de la importante labor de los centros de control en segundo plano.

Sin duda, la joven familia de Rüdesheim nunca olvidará este día, ni el extraordinario lugar de nacimiento.